No mas gritos a tus hijos
Todo empezó en el 2012 con una mamá muy normal.
Con cuatro hijos menores a 7 años que se creían torbellinos. Parecía que no había forma de pararlos, horas para calmar el pleito de los tres grandes y cuando volteas el cuarto ya esta descubriendo como son los sillones por dentro. En poco tiempo los gritos se convirtieron en un hábito. Gritaba cuando se portaban mal, cuando no obedecían, cuando no me oían, incluso cuando todo estaba demasiado calladito y piensas lo peor.
Gritaba tanto que ya ni los niños se inmutaban con su histeria. En ese momento decidió que era momento de cambiar algo. De dejar de gritar.
Si, así como suena, dejar esa arma secreta que de secreta no tenía nada.
Y así nació el reto del rinoceronte naranja.
Es super fácil, básicamente es hablar siempre con calma, no importa lo que pase.
Escribió todo lo que pasaba en un blog. Imagínate los resultados que tuvo para que nos enteráramos de su reto hasta México.
Se dio cuenta que gritar hacía que ella se sintiera mal poquito después y que los niños cada vez mas lo sentían como algo normal, un tono de voz común. ¡Que horror!
Parecía imposible dialogar con ellos, hablar de forma calmada era como hablar con la pared. Bye poder de negociación, parecía todo una jungla o juego de el que grita mas gana.
Cambiar al principio fue super difícil, que los niños entendieran que hablar calmado no es sinónimo a sigue tirando la leche en el pelo de tu hermana fue en sí un reto. Pero poco a poco fueron entendiendo, respetaron más y más lo que les decía y la convivencia, puff, un mundo de diferencia.
Claro que los problemas seguían, si hacer una alberca en el jardín jamás deja de ser una posibilidad tentadora sólo por cambiar el tono de voz pero los resultados tanto para los niños como para las mamás si que mejoró.
Resulta que el reto del Rinoceronte Naranja funcionó mejor de lo pensado, y no solo para ella sino que para miles de otras familias. Incluso hay un grupo y una comunidad de mamás que se apoyan y comentan como han ido mejorando sus dinámicas.
Únete al reto y cuéntanos tus experiencias.